A estas alturas nadie se puede sorprender del poco uso que se les da a los certificados de calibración. Un derroche de recursos en toda regla.
Quien sabe lo que hay detrás de un laboratorio de calibración Acreditado conoce el enorme trabajo que supone, ya no tanto emitir un certificado de calibración, sino alcanzar el nivel técnico para poder emitirlo. Sin entrar a valorar si es caro o barato, seguramente el certificado de calibración emitido por una Entidad Acreditada es uno de los productos de mayor calidad y fiabilidad de todo lo que se produce en España.
Entonces, ¿por qué el destino de la mayoría de los cientos de miles de certificados de calibración que se emiten en España es directamente el cajón sin usarse la información por la que realmente se paga? Fundamentalmente porque son feos, causan indigestión y dolor de cabeza. A pesar del esfuerzo por normalizar su contenido, siguen siendo un montón de números, signos, abreviaturas y códigos en tablas y dónde el más exótico incluye un gráfico lineal. Un certificado de calibración genera frustración en el 95% de los casos. Como mínimo. Porque para interpretarlo se necesita un conocimiento estadístico y metrológico que la mayoría de los que reciben el certificado no poseen. En la actualidad, se emite el mismo certificado para una Central Nuclear que para una Residencia de Ancianos. Un sinsentido que hace que se genere un rechazo general hacia la Metrología en vez de acercamiento y curiosidad.
Hay una clara discriminación hacia el esquema de Acreditación de los Laboratorios de Calibración. De lo contrario no se puede explicar que todo el mundo sepa si su vehículo ha superado una ITV, y en cambio, la sensación del cliente de un laboratorio de calibración es que ha pagado para que le documenten el problema que ya tenía.
Mientras los certificados no prevean un uso de los instrumentos e incluyan una declaración de conformidad o incluso algo más fácil aún, un color verde ó rojo, seguiremos generando datos, pero no información útil. Pero, afortunadamente, viene luz desde fuera, como tantas otras veces en la historia de este País y parece que las reglas de decisión se van a ir imponiendo para dejar claro cuando un instrumento es válido. Si finalmente tiene éxito esta iniciativa lo sabremos pronto porque los Laboratorios de calibración dejarán de recomendar tomarse un Paracetamol antes de leer sus certificados.
Aquí puedes descargar los documentos sobre los que se basarán esta iniciativa de las Reglas de decisión:
Documento traducido de reglas de decisión de ILAC:
https://www.enac.es/documents/7020/6687b5b1-5dbd-4b7a-8f01-e9ccd71ca202?version=1.0
Evaluación de datos de medición del BIPM traducida al español por el CEM:
https://www.cem.es/sites/default/files/jcgm2015.pdf
Autor: Sergio Extremera – Jefe de división FemtoCal
Edición y diseño: Juan Francisco Grijalva – Marketing y Comunicación .